PALABRAS DEDICADAS POR VLADIMIR PUNTIN A LOS HOMOSEXUALES
Vladimir Putin en contra de la Homosexualidad
El Kremlin espera que los Juegos Olímpicos de
invierno, que se inician el 7 de febrero en la ciudad de Sochi, en el Mar
Negro, sean una muestra de la cara moderna de Rusia. Una imagen que contrasta
con algunas declaraciones, leyes y actuaciones del presidente ruso, Vladimir
Putin, respecto a los homosexuales, y que ha llevado a generar malestar en
Occidente y entre colectivos de activistas de Derechos Humanos al prohibir lo
que calificó como «la promoción de la homosexualidad entre los menores».
Con la fecha de los Juegos cada vez más cerca,
Putin ha intentado salir al paso de las denuncias de homofobia que llegan desde
organizaciones internacionales con declaraciones no menos sorprendentes o
polémicas, como las realizadas el pasado lunes, y en las que afirmaba
textualmente que ««Rusia quiere a Elton John aunque sea gay».
Previamente, y tras defender una ley sobre la
prohibición de «propaganda homosexual», Putin se defendía asegurando también
textualmente: «No prohibimos nada, no perseguimos a nadie», al tiempo que
aseguraba que algunos estados de Estados Unidos sí tienen leyes que prevén una
responsabilidad penal para las relaciones sexuales entre homosexuales.
«Nosotros no tenemos nada de eso, la gente puede sentirse libre y en paz, pero
por favor dejen a los niños en paz», aseguraba el mandatario ruso.
Putin, afirmaba el pasado domingo que la ley «no
ofende a nadie», añadiendo que «las personas con orientación sexual no
tradicional no pueden sentir que son de segunda categoría, ya que no son
discriminados profesionalmente».
Intentando evitar el boicot a los Juegos por estas
leyes, el presidente ruso ofreció este fin de semana garantías a atletas y
aficionados gays que quieran acudir a los Juegos Olímpicos de invierno en
Sochi, pero defendió su ley contra propaganda gay y sostuvo que «Rusia necesita
limpiarse' de homosexualidad si quiere aumentar su tasa de natalidad».
El crecimiento de la población es vital para el
crecimiento de Rusia «y todo lo que se interponga en ese camino debe ser
eliminado», dijo, usando un término generalmente reservado para operaciones
militares.
Pese a esas «no prohibiciones» mencionadas por
Putin, las marchas y actividades del orgullo gay son regularmente prohibidas en
Rusia y el verano pasado el más alto tribunal de Moscú prohibió los desfiles
del orgullo gay en la capital durante los próximos 100 años.
Y no es Putin el único político «antigay». Un
diputado afín a esta corriente es Vitaly Milonov, que se ha convertido en la
cara del movimiento en contra de los homosexuales en Rusia. Fue este
parlamentario quien llevó la iniciativa en la campaña contra Madonna por llevar
a cabo «promoción de propaganda homosexual» en un concierto en San Petersburgo,
donde se pronunció a favor de los derechos homosexuales. Milonov llegó a afirmar
que «La homosexualidad es una enfermedad. Debe ser tratado como un diente que
duele».
La homosexualidad era castigada como un crimen en
la Unión Soviética, que se derrumbó en 1991. Fue descriminalizada en Rusia en
1993, aunque las nuevas leyes vuelven a limitar los derechos y libertades de
los homosexuales, que en ocasiones son perseguidos y torturados mientras las
autoridades «miran hacia otro lado» o bien promulgan, según las organizaciones
en defensa de los Derechos Humanos.
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